En el Salmo 3, el autor habla de que sus adversarios se han multiplicado y opinan que Dios no puede ayudarle: "¡Oh Jehová, cuánto se han multiplicado mis adversarios! Muchos son los que se levantan contra mí. Muchos son los que dicen de mí: No hay para él salvación en Dios." (V. 1-2) Llama mi atención que a pesar de ello, el salmista no tiene insomnio, puede dormir placidamente, lo cual nos habla de confianza en su interior, a pesar de todo lo que está pasando alrededor de él. "Yo me acosté y dormí, Y desperté, porque Jehová me sustentaba." (V. 4) ¿Acaso no estamos ante un nivel alto de paz interna? No siempre encontramos esto en la poesia bíblica de lamentación y dicho encuentro me recuerda que poner mi mirada en la Deidad en vez de en la tormenta trae serenidad a mi alma. ¿Qué temo? ¿Dónde voy a poner mis temores y pensamientos?
en una era denominada post-cristiana