Pablo ya ha aclarado que ante la persecución y el sufrimiento no toca especular sobre el fin de los tiempos sino permanecer firmes. Este permanecer firmes lo resume en el capítulo tres con las siguientes palabras: "Que el Señor, pues, encamine vuestros corazones para que améis a Dios y esperéis a Cristo sin desfallecer." (3:3 BTI) Me gusta como lo traduce la versión DHH: "Que el Señor os ayude a amar como Dios ama y a tener en el sufrimiento la fortaleza de Cristo." (3:3 DHH) El término "amar como Dios ama " da para mucho. A mi me hace pensar en la paciencia que Dios tiene conmigo, en que no me da lo que merezco sino lo que necesito (gracia), en como en momentos de necesidad me entiende, me sostiene y me guía... y podría seguir meditando en el AMOR con mayúscula que llega a mi vida en la persona de Dios y de manera más entendible para mi en la encarnación divina de Cristo y encontrar así mucho para practicar hoy mismo. Que amen como Dios ama es el deseo
en una era denominada post-cristiana