En la porción que me adentro hoy, Juan vuelve al tema de la batalla de Armagedón. Ahora, en su visión ve una representación de Jesús, montado en un caballo blanco y listo para establecer justicia en medio de un mundo donde se llega al punto de matar a los que deciden obedecer a Dios. En mi formación bíblica, Armagedón siempre se me presentó como una guerra terrible, donde Jesús aparecía ahora como un guerrero sangriento. Sin embargo, el simbolismo, aunque usa la palabra batalla, parece que se refiere a algo lejano a lo que se me trasmitió. Juan se da cuenta del siguiente detalle antes de la batalla: "Viste un manto empapado en sangre y su nombre es «La Palabra de Dios»." (19:13) Es decir, Jesús tiene la ropa empapada en Sangre, antes de la lucha. Lo cual nos lleva a pensar de que se trata de su propia sangre. La justicia la establece aquel que ha derramado su propia sangre para redimirnos del pecado. Ahora fíjate en que tipo de arma va a usar para establecer la just...
en una era denominada post-cristiana