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Mostrando entradas de octubre, 2018

AMAR A LA MANERA DE DIOS (OSEAS 1-3)

Me adentro en el libro del profeta Oseas, una obra en su mayor parte poética que según expertos contiene los mensajes de Oseas durante unos 25 años. El contexto del libro tiene que ver con una importante crisis del pueblo de Dios que se hace visible con una división en dos reinos: el reino del norte, Israel, y el reino del sur, Judá, tal como lo relata 1ª de Reyes en el capítulo 12. Oseas escribe durante el reinado de uno de los peores reyes de Israel, Jeroboam, hijo de Joás y en un tiempo donde la nación fue deteriorándose cada vez más con adoración a falsos ídolos y donde finalmente el imperio Asirio acabó oprimiendo al Reino del Norte (2ª Reyes 14-17). "Palabra que el Señor dirigió a Oseas, hijo de Beerí, en tiempos de Ozías, Jotán, Ajaz y Ezequías, reyes de Judá, y en tiempo de Jeroboán, hijo de Joás, rey de Israel." (1:1) En este contexto, el profeta toma para si a una mujer fornicaria como esposa, en la mayoría de traducciones se le considera una prostituta, la cua

SOY UN CONTROLADOR (3ª JUAN)

La tercera carta de Juan es muy breve y va dirigida a un cristiano llamado Gayo, a quien se le elogia por mantenerse fiel a la fe y colaborar en el ministerio apostólico de la iglesia al recibir a los creyentes que viajan con el fin de compartir el evangelio: "Mi mayor alegría es oír que mis hijos caminan a la luz de la verdad. Estás portándote, querido, como un auténtico creyente al hacer lo que haces por los hermanos, aunque para ti sean forasteros. Ellos son precisamente los que han dado ante la comunidad público testimonio de tu amor. Harás bien en ayudarlos a proseguir su viaje como corresponde a servidores de Dios," (1:4-6) En Efesios 4:11 se nombran cinco funciones básicas en la iglesia para la edificación: el ministerio apostólico, el profético, el evangelistico, el pastoral y el de enseñanza.  "Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la o

FIRMES EN LA FE (2ª JUAN)

La segunda carta de Juan se dirige a la "señora" y a sus hijos, algunos piensan que este término es una metáfora, aunque no hay que descartar que el termino "señora" pueda hacer referencia a una cristiana con funciones de anciana en medio de los cristianos que se reúnen en su casa: "Yo, Juan, el anciano, les escribo esta carta a la señora elegida y a sus hijos, a quienes amo en la verdad —y no solo yo sino también todos los que conocen la verdad—," (1:1) Esta segunda carta mantiene el énfasis en el amor, como fundamento de nuestra espiritualidad: "Les escribo para recordarles, queridos amigos, que nos amemos unos a otros. Este mandamiento no es nuevo, sino que lo hemos tenido desde el principio. El amor consiste en hacer lo que Dios nos ha ordenado, y él nos ha ordenado que nos amemos unos a otros, tal como ustedes lo oyeron desde el principio." (1:4-6) El amor es un término que se usa constantemente en nuestro vocabulario; no dejamos de

¿ESTOY EN LA VERDAD? (1ª JUAN 5:18-21)

Concluyo la primera carta de Juan con un mensaje muy oportuno para un mundo donde cada uno de manera contradictoria declaramos poseer la verdad, al menos nuestra verdad, y donde esta acaba siendo solo un aspecto relativo. Juan nos muestra quien es el verdadero y como estar en la verdad: "Pero sabemos que el Hijo de Dios ha venido, y nos ha dado entendimiento para conocer al que es verdadero; y estamos en el verdadero, en su Hijo Jesucristo. Éste es el verdadero Dios, y la vida eterna." (5:20) Las palabras de este verso bien puede llevarnos a preguntarnos ¿Quién es el verdadero, Dios o su Hijo Jesucristo? Parece que Juan a lo largo de este escrito, nos ha querido dejar claro el testimonio de que no puede conocer bien a Dios fuera de Jesús. Tanto Juan como el resto de los apóstoles y testigos oculares, al conocer a Jesús, descubrieron que Dios es amor, un amor que ha implicado encarnación, entregar la propia vida, aun cuando estábamos perdidos, para librarnos de la culpa

¿QÚÉ SUS MANDAMIENTOS NO SON GRAVOSOS? (1ª JUAN 5:1-17)

¿Cómo podemos saber que amamos a Dios? Juan ha dicho que quienes creen que Jesús es el Mesías han nacido de Dios (5:1) y una prueba palpable de que en verdad amamos a Dios es nuestra obediencia: "Pues éste es el amor a Dios, que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos." (5:3) Llama la atención que Juan señala que los mandamientos del Señor no son gravosos, es decir pesados o difíciles de cumplir. Estas palabras nos recuerdan las expresadas por el mismo Jesús cuando dijo:  "porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga." (Mateo 11:30) Sin embargo, gran cantidad de personas, incluidas los cristianos, afirmarían lo difícil que se nos hace vivir al estilo de Jesús en este mundo ¿Es verdad que es fácil cumplir con los mandamientos del Señor? Realmente lo difícil y pesado es tratar de ser como Jesús sin hacer lo que él hizo. Jesús oraba, se retiraba, dedicaba tiempo a las necesidades de otros, ayunó, proclamó las buenas noticias... Sin emba

ENTENDIENDO EL VERDADERO AMOR (1ª JUAN 4)

El capítulo cuatro de esta carta señala cual es el problema que han enfrentado y que quizás aun enfrentan las comunidades cristianas: Una serie de personas en medio de ellos empezaron a negar que Cristo ha venido en carne, y al hacerlo, están negando el verdadero corazón de Dios revelado en este mundo. La encarnación tiene que ver con Dios viniendo por amor a la dimensión que nosotros entendemos y enseñándonos de que trata la vida. Tiene que ver también con Dios quitando de nosotros la culpa y el pecado a través de la cruz, donde su propio cuerpo es entregado y su sangre derramada para el perdón de nuestros pecados. Tal acto de amor inmerecido, es el corazón del evangelio y sin él, perdemos de vista la mejor expresión de amor y la gracia transformadora. Es por ello que Juan afirma: "pero si alguien afirma ser profeta y no reconoce la verdad acerca de Jesús, aquella persona no es de Dios. Tal persona tiene el espíritu del Anticristo, del cual ustedes oyeron que viene al mundo,

NI LO QUE AFIRMAS NI LO QUE SIENTES (1ª JUAN 3:11-24)

Me adentro en el segundo gran mensaje de esta carta, nuevamente introducido por la frase: "Este es el mensaje que hemos oído" (3:11) y donde predomina la idea de que Dios es amor .  El primer gran mensaje donde se partió de la idea de que Dios es luz comenzó con estas mismas palabras tras la introducción (1:5). En la porción de hoy Juan vuelve a desafiar nuestro énfasis en la ortodoxia. Vivimos en una cultura tremendamente influenciada por la cultura griega, donde conocer y expresar las ideas correctas llega a ser muchas veces la finalidad de nuestro sistema educativo. Tristemente, esta manera de operar, también se ha instaurado en nuestra formación espiritual, dando así a la ortodoxia categoría de finalidad también en la mayoría de nuestras formaciones en medio de la iglesia. Juan nos desafía, y nos dice que la ortodoxia correcta no tiene ningún valor para determinar que estamos en la verdad, solo la ortopraxis demostrará esto: "Queridos hijos, que nuestro amor n

EL ALGODÓN NO ENGAÑA (1ª JUAN 2:18-3:10)

Recordemos que el contexto de esta carta implica una serie de personas que formando parte de la comunidad cristiana, se han ido confesando que el Mesías no ha venido en carne. Se trata de un rechazo total a Jesús: "Esas personas salieron de nuestras iglesias, pero en realidad nunca fueron parte de nosotros; de haber sido así, se habrían quedado con nosotros. Al irse demostraron que no eran parte de nosotros." (2:19) "¿Y quién es un mentiroso? El que dice que Jesús no es el Cristo." (2:22) Juan lleva a cabo una expresión radical de contraste entre la verdad y la mentira. "Así que les escribo no porque no conozcan la verdad, sino porque conocen la diferencia entre la verdad y la mentira." (2:21) La verdad excluye totalmente a la mentira. Sin embargo, la verdad a veces puede ser difícil de aceptar y ante ello podemos tomar una mentira como verdad. Las mentiras que aceptamos como verdad acerca de nosotros mismos, acerca de Dios etc. nos mantienen esc

MUNDO SEDUCTOR (1ª JUAN 2:12-17)

En la porción anterior, Juan afirmó que las tinieblas no prevalecerán, de hecho están siendo disipadas: "porque las tinieblas van pasando, y la luz verdadera ya alumbra" (2:8b) Esta idea lleva al autor a señalar y celebrar la victoria de Dios que alcanza a sus hijos: "Os escribo a vosotros, hijitos, porque vuestros pecados os han sido perdonados por su nombre. Os escribo a vosotros, padres, porque conocéis al que es desde el principio. Os escribo a vosotros, jóvenes, porque habéis vencido al maligno. Os escribo a vosotros, hijitos, porque habéis conocido al Padre. Os he escrito a vosotros, padres, porque habéis conocido al que es desde el principio. Os he escrito a vosotros, jóvenes, porque sois fuertes, y la palabra de Dios permanece en vosotros, y habéis vencido al maligno." (2:12-14) Tenemos por tanto una imagen donde la luz, como en el amanecer, empieza a disipar la oscuridad de una manera muy real y sentida, lo cual afecta de manera radical a

¿CONOCEMOS A DIOS? (1ª JUAN 1:5-2:11)

Me adentro en uno de los grandes mensajes de esta carta, este comienza afirmando que Dios es luz: "Este es el mensaje que hemos oído de Jesucristo y se lo estamos anunciando a ustedes: Dios es luz y no hay oscuridad en él." (1:5) La luz disipa las tinieblas así como Dios disipa la maldad. La luz es un elemento necesario para la vida, por lo que es una metáfora formidable para referirnos a Dios, quien es el creador y sustentador de todo y quien nos provee una vida abundante. Sin embargo, la luz deja ver lo que está desordenado y sucio, y en ese sentido puede llegar a ser muy incómoda, sobre todo si saca a relucir aquello de nosotros que no nos gusta y avergüenza, no es de extrañar que ante la luz, muchas veces prefieramos la oscuridad. No obstante, para ordenar lo desordenado y limpiar lo sucio, la luz es imprescindible. Recibir luz, por tanto, tiene mucho que ver con la consciencia, nos ayuda a ver lo que no estábamos viendo y a sentir lo que no estábamos sientiendo. 

LA VERDAD QUE SE VE, SE OYE Y SE TOCA (1ª JUAN 1:1-4)

Muchos eruditos atribuyen las cartas de Juan al discípulo amado, entre otras cosas, por los ecos que encontramos del evangelio de Juan. Sin embargo, muchos otros ponen en duda la teoría. Sea quien fuera el autor, parece que supervisaba una red de comunidades cristianas, probablemente en la ciudad de Éfeso. El contexto de estas cartas parece relacionarse con un periodo de crisis, en el que algunas personas que formaban parte de estas comunidades han salido de las mismas debido a que ya no reconocen que Jesús, el Mesías ha venido en carne. Todo ello debió generar un ambiente de hostilidad que dio origen a estas cartas. La primera carta en la que me adentro hoy, es más bien un sermón poético, donde las ideas no fluyen de manera lineal, sino donde argumentos sobre la vida, la verdad y el amor, van brotando una y otra vez desde puntos de vistas diferentes con repeticiones cíclicas, hipérboles y fuertes contrastes.  El escrito posee una introducción (1:1-4) y una conclusión (5:18-21)