Llego al final de mi lectura reflexiva en el libro de Deuteronomio. En la gran porción en la que he meditado en los últimos días, veo como el discurso de Moisés manifiesta el interés de que el pueblo se prepare tanto para entrar en la tierra prometida, como para enfrentar en la nueva etapa la ausencia de su líder. "El día en que cruces el Jordán para entrar en la tierra que el Señor tu Dios va a darte, erigirás unas grandes piedras, las revocarás con cal y escribirás en ellas todos los mandamientos de esta ley." (27:2-3) "Moisés habló de nuevo a todo Israel, y le dijo: — Tengo ciento veinte años y no me quedan fuerzas para andar yendo y viniendo. Además el Señor me ha dicho que no cruzaré el Jordán, pues ha ordenado que sea Josué quien vaya al frente." (31:1-3a) Gran parte de esta porción está dedicada a enumerar las consecuencias de la obediencia y la desobediencia. "Si obedeces al Señor tu Dios, vendrán sobre ti y te alcanzarán todas estas bendicione...
en una era denominada post-cristiana