En la sección de Isaías que comprende los capítulos del 28 al 35 ya hemos visto que el profeta anuncia al pueblo que la seguridad que necesitan no la encontrarán en "carros y caballos" (es decir, armamento) ni con alianzas con quienes poseen el poder militar, sino a través del arrepentimiento y la confianza que viene de la quietud. Ahora, en los capítulos del 36 al 39 se nos va a ejemplificar este mensaje con hechos concretos. Lo primero que vamos a ver es cómo el rey Ezequías afronta el peligro de la invasión Asiria. El relato comienza con una amenaza que busca atemorizar al pueblo de Israel "»”No dejen que Ezequías los engañe al decir: ‘¡El Señor nos librará!’. ¿Acaso los dioses de cualquier otra nación alguna vez han salvado a su pueblo del rey de Asiria?" (36:18) Las amenazas crearon ansiedad en Ezequías, sin embargo, el rey lleva esta ansiedad delante de Dios en oración, acudió a Isaías y recibió de él palabras de ánimo. "Cuando el rey Ezequías oyó el inf...
en una era denominada post-cristiana