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Mostrando entradas de septiembre, 2021

EL SIERVO SUFRIENTE (ISAÍAS 49-55)

Isaías habla en la porción en la que me adentro hoy del siervo de Dios, y al hacerlo, nos da la imagen de un ministerio que no se reduce a la restauración de Israel, sino que alcanza al resto de las naciones. Una vez más, vemos la amplitud teológica de Isaías, quien espera que la bendición no tenga un carácter local sino global. Escribo esto en tiempo de pandemia, y me imagino que Isaías está pensando en ese efecto contagioso, es decir, espera una "pandemia de restauración" de proporción mundial: "Él dice: «Harás algo más que devolverme al pueblo de Israel. Yo te haré luz para los gentiles, y llevarás mi salvación a los confines de la tierra»." (49:6) ¿Qué significa ir más allá de mi propia zona de comodidad? ¿Cómo nos adentramos en esta corriente de bendición que no está hecha para estancarse sino para extenderse? En la teología de Isaías, así como es recurrente en los profetas, los marginados son visibilizados y hay buenas noticias para ellos. Aunque viven en un

LIBERACIÓN DESDE LA GRACIA (ISAÍAS 41-48)

En la porción que me adentro hoy, el mensaje de esperanza sigue muy vivo para quienes se encuentran en opresión en el exilio. El llamado sigue siendo a confiar en el único que es digno de confianza. Este confiar es una invitación a incluir en la perspectiva humana que se caracteriza por el temor, la imaginación de lo bueno que está por suceder, es decir, en vez de temer, empezar a pensar en quien es Dios, tomar consciencia de su presencia en el ahora y lo que se ha propuesto hacer desde su amor: "No tengas miedo, porque yo estoy contigo; no te desalientes, porque yo soy tu Dios. Te daré fuerzas y te ayudaré; te sostendré con mi mano derecha victoriosa." (41:10) "»Cuando los pobres y los necesitados busquen agua y no la encuentren, y tengan la lengua reseca por la sed, entonces yo, el Señor, les responderé; yo, el Dios de Israel, nunca los abandonaré. Abriré ríos para ellos en los altiplanos. Les daré fuentes de agua en los valles y llenaré el desierto con lagunas de agu

ABRAN CAMINO (ISAÍAS 40)

A partir del capítulo 40, nos adentramos en una segunda parte del libro de Isaías. La primera parte finalizó con el anuncio del exilio de Israel a Babilonia: “Se acerca el tiempo cuando todo lo que hay en tu palacio —todos los tesoros que tus antepasados han acumulado hasta ahora— será llevado a Babilonia. No quedará nada —dice el Señor—”. (39:6) Lo interesante es que aunque Isaías vivió en el año 720 a.C., el exilio anunciado se llevó a cabo en el año 530 a.C. , y en esta segunda parte del libro las palabras del profeta hacen alusión a una realidad que él mismo no vivió. Fuera toda esta segunda parte escrita por Isaías o fuera recuperada y revisada años más tarde por sus discípulos (ver 8:16, 29:10-12, 30:8-9), nos vamos a encontrar con palabras muy útiles para un pueblo en la dificultad del exilio y con una gran necesidad de esperanza. Concretamente el capítulo comienza con un anuncio de prepararse para un nuevo tiempo de restauración: "¡Escuchen! Es la voz de alguien que clama