Isaías habla en la porción en la que me adentro hoy del siervo de Dios, y al hacerlo, nos da la imagen de un ministerio que no se reduce a la restauración de Israel, sino que alcanza al resto de las naciones. Una vez más, vemos la amplitud teológica de Isaías, quien espera que la bendición no tenga un carácter local sino global. Escribo esto en tiempo de pandemia, y me imagino que Isaías está pensando en ese efecto contagioso, es decir, espera una "pandemia de restauración" de proporción mundial: "Él dice: «Harás algo más que devolverme al pueblo de Israel. Yo te haré luz para los gentiles, y llevarás mi salvación a los confines de la tierra»." (49:6) ¿Qué significa ir más allá de mi propia zona de comodidad? ¿Cómo nos adentramos en esta corriente de bendición que no está hecha para estancarse sino para extenderse? En la teología de Isaías, así como es recurrente en los profetas, los marginados son visibilizados y hay buenas noticias para ellos. Aunque viven en un
en una era denominada post-cristiana