El libro de Abdías es el más corto de los llamados profetas menores. En el encontramos juicio contra Edom, un pueblo descendiente de la familia de Abraham y con antecedentes de conflicto con Israel en sus orígenes. Abraham y Sara tuvieron a Isaac, quien se junto con Rebeca y tuvieron a Jacob y Esaú como hijos. En Génesis del 25 al 27 se nos cuenta como Esaú vendió a Jacob su primogenitura por un guiso de lentejas. En Números 20:14-20 podemos comprobar como los descendientes de Jacob son los Israelitas y los descendientes de Esaú son los Edomitas, y como a pesar de sus lazos familiares, el conflicto continuó entre ellos en el tiempo. Las historias bíblicas nos recuerdan a menudo, que nuestros conflictos del pasado no resueltos, acaban afectando nuestro futuro, y aun el de nuestros descendientes. En 2ª Reyes 25, se nos narra la invasión de Jerusalén por Babilonia, un acto en el que los Edomitas se alegraron del mal sobre Israel, miraron hacía otro lado, aprovecharon para robar, matar
en una era denominada post-cristiana