Llego al final de la carta del apóstol Pablo a los Gálatas. En esta ocasión, lo primero que llama mi atención son algunas de las instrucciones acerca de como debemos vivir el camino de la fe. Concretamente Pablo habla de levantar al hermano que cae en alguna falta y hacerlo con humildad, sin creernos superiores y también la necesidad de ayudarnos mutuamente ante las dificultades: "Hermanos, aun si alguno es sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradlo en un espíritu de mansedumbre, mirándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.Llevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. " (6:1-2) Todo ello me habla de un acompañamiento espiritual que a veces brilla por su ausencia en nuestros modelos de discipulado modernos. Me habla de evitar compararnos con los demás. Siempre que nos comparemos caeremos en uno de estos errores: verme inferior al otro y bajar mi autoestima, o verme superior al otro y caer en la arrogan
en una era denominada post-cristiana