Llego al final del libro de Zacarías adentrándome en los últimos tres capítulos, donde encontraremos nuevas imágenes acerca del Reino del Mesías, más concretamente, acerca de la nueva Jerusalén. La nueva Jerusalén es un espacio donde la justicia se hará presente y el mal será derrotado: "En aquel día Jehová defenderá al morador de Jerusalén; el que entre ellos fuere débil, en aquel tiempo será como David; y la casa de David como Dios, como el ángel de Jehová delante de ellos." (12:8) Sin embargo, la justicia no solo será evidente exteriormente en la relación con el resto de las naciones opresoras, sino interiormente, en el corazón de los que forman el pueblo de Dios. Se nos muestra a un pueblo que experimenta gracia, que se vuelve a Dios en oración y que llora arrepentido por rechazar a su pastor Mesías: "Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalén, espíritu de gracia y de oración; y mirarán a mí, a quien traspasaron, y llorarán como...
en una era denominada post-cristiana