El miércoles uno de marzo del 2017 comienza la Cuaresma. La cultura religiosa que he heredado me ha dado poca información sobre esta liturgia. Sin embargo, a lo largo de los años, he aprendido a apreciar los ritmos que nos ayudan a conectar la tierra con el cielo. Sin duda, cualquier ritual o tradición puede estar vacío de contenido y totalmente irrelevante para nuestra realidad actual, es por ello que nos toca a nosotros, desde la capacidad creativa que hemos recibido, disponernos a acciones que nos ayuden a contar con señales básicas para no desviarnos del Camino al que Jesús nos invita sin que estas se conviertan en dogmas ni en legalismo religioso que quiere ser impuesto a los demás. Es ahí donde entran las disciplinas espirituales, el tener en cuenta periodos reflexivos a lo largo del año, los retiros... En realidad, todos tenemos un ritmo espiritual, la pregunta es si el ritmo que tenemos actualmente está ayudándonos a acercarnos más a Jesús y si hay elementos que deberíamos inco
en una era denominada post-cristiana