Mateo 13-14
La manera en la que nos formamos espiritualmente es un tema de mi interés. Creo que Jesús nos ha dado ejemplo de como hacerlo, pero a menudo, el sistema educativo occidental influencia a la iglesia más que el Maestro.
Al adentrarme en los capítulos 13 y 14 de Mateo me resalta lo siguiente:
Por un lado Jesús enseña en parábolas, y parece que esto no deja las cosas lo suficientemente claro a quienes le escuchan. De hecho, los discípulos acuden a el después de escuchar para pedir aclaración.
"Los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: ¿Por qué hablas a la gente por medio de parábolas?...Escuchad pues lo que significa la parábola del sembrador...Después de esto, Jesús se despidió de la gente y entró en casa. Sus discípulos se le acercaron y le dijeron: -Explícanos lo que significa la parábola de la cizaña en el campo...[Jesús les preguntó:] - ¿Habéis entendido todo esto? Ellos contestaron: -Si" (13:10, 18, 36, 51 )
Lo interesante de esta manera de enseñar es que obliga a pensar a los que escuchan y a tener que indagar acercándose más al Maestro. Esto también permite cribar a aquellos que realmente no tienen ningún interés en lo que se está enseñando, los cuáles se van sin más esfuerzo.
Sin embargo, en medio de la iglesia occidental a menudo usamos un modelo de enseñanza que lo "da todo mascado", que no anima a la búsqueda y a la profundidad. Es como si no confiamos en que el discípulo puede arreglársela para entender el consejo de Dios. O es como si el consumismo de nuestros días nos afecta tratando de evitar cualquier esfuerzo en los clientes. Esto provoca discípulo pasivos y cómodos, que aprenden a sentarse en bancas y después reproducen lo que han escuchado. Sin embargo Jesús nos ofrece una mejor manera de enseñar.
¿Estoy dispuesto a enseñar a los que acompaño espiritualmente la importancia de esforzarnos para tratar de entender el consejo de Jesús para nuestras vidas? ¿Qué cosas que hago pueden ayudar o entorpecer el formar discípulos activos y no pasivos?
Por otro lado los discípulos son expuestos a la acción de Jesús en la vida cotidiana. Ven con sus propios ojos la compasión de su Maestro por las multitudes y como son sanados los enfermos:
"Al desembarcar Jesús y ver toda aquella multitud, se compadeció de ellos y curó a los enfermos" (14:14)
Además, los involucra en suplir las necesidades:
"Jesús les contestó: -No tienen por qué irse. Dadles de comer vosotros mismos." (14:16)
Nuevamente me doy cuenta de cuanto se aleja el modelo de Jesús de nuestros modelos de formación espiritual. Puedo entender que los principios prácticos del estilo de Jesús no creó discípulos de asistencia a reuniones sino un grupo que revolucionó el mundo en pocos años con el poder del Espíritu Santo. Es precisamente en la vida cotidiana donde la misión de Dios se está llevando a cabo, es allí donde el Espíritu Santo puede mostrarnos lo que siente por las personas y lo que es capaz de hacer para bendecirlas.
¿Las personas a las que acompaño espiritualmente me ven en la vida cotidiana? ¿Y si me ven, pueden sacar lecciones de como actúo y los involucro en la misión de Dios?
Ver también:
Plan Supremo De Evangelización De Robert E. Coleman
La manera en la que nos formamos espiritualmente es un tema de mi interés. Creo que Jesús nos ha dado ejemplo de como hacerlo, pero a menudo, el sistema educativo occidental influencia a la iglesia más que el Maestro.
Al adentrarme en los capítulos 13 y 14 de Mateo me resalta lo siguiente:
Por un lado Jesús enseña en parábolas, y parece que esto no deja las cosas lo suficientemente claro a quienes le escuchan. De hecho, los discípulos acuden a el después de escuchar para pedir aclaración.
"Los discípulos se acercaron a Jesús y le preguntaron: ¿Por qué hablas a la gente por medio de parábolas?...Escuchad pues lo que significa la parábola del sembrador...Después de esto, Jesús se despidió de la gente y entró en casa. Sus discípulos se le acercaron y le dijeron: -Explícanos lo que significa la parábola de la cizaña en el campo...[Jesús les preguntó:] - ¿Habéis entendido todo esto? Ellos contestaron: -Si" (13:10, 18, 36, 51 )
Lo interesante de esta manera de enseñar es que obliga a pensar a los que escuchan y a tener que indagar acercándose más al Maestro. Esto también permite cribar a aquellos que realmente no tienen ningún interés en lo que se está enseñando, los cuáles se van sin más esfuerzo.
Sin embargo, en medio de la iglesia occidental a menudo usamos un modelo de enseñanza que lo "da todo mascado", que no anima a la búsqueda y a la profundidad. Es como si no confiamos en que el discípulo puede arreglársela para entender el consejo de Dios. O es como si el consumismo de nuestros días nos afecta tratando de evitar cualquier esfuerzo en los clientes. Esto provoca discípulo pasivos y cómodos, que aprenden a sentarse en bancas y después reproducen lo que han escuchado. Sin embargo Jesús nos ofrece una mejor manera de enseñar.
¿Estoy dispuesto a enseñar a los que acompaño espiritualmente la importancia de esforzarnos para tratar de entender el consejo de Jesús para nuestras vidas? ¿Qué cosas que hago pueden ayudar o entorpecer el formar discípulos activos y no pasivos?
Por otro lado los discípulos son expuestos a la acción de Jesús en la vida cotidiana. Ven con sus propios ojos la compasión de su Maestro por las multitudes y como son sanados los enfermos:
"Al desembarcar Jesús y ver toda aquella multitud, se compadeció de ellos y curó a los enfermos" (14:14)
Además, los involucra en suplir las necesidades:
"Jesús les contestó: -No tienen por qué irse. Dadles de comer vosotros mismos." (14:16)
Nuevamente me doy cuenta de cuanto se aleja el modelo de Jesús de nuestros modelos de formación espiritual. Puedo entender que los principios prácticos del estilo de Jesús no creó discípulos de asistencia a reuniones sino un grupo que revolucionó el mundo en pocos años con el poder del Espíritu Santo. Es precisamente en la vida cotidiana donde la misión de Dios se está llevando a cabo, es allí donde el Espíritu Santo puede mostrarnos lo que siente por las personas y lo que es capaz de hacer para bendecirlas.
¿Las personas a las que acompaño espiritualmente me ven en la vida cotidiana? ¿Y si me ven, pueden sacar lecciones de como actúo y los involucro en la misión de Dios?
Ver también:
Plan Supremo De Evangelización De Robert E. Coleman
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