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ARREPENTIMIENTO HOY (Mateo 3-4)

Mateo 3-4

Los capítulos tres y cuatro de Mateo los he escuchado en mi coche mientras viajaba camino al trabajo. Nos cuenta acerca del ministerio de Juan el bautista, la tentación de Jesús en el Desierto y el comienzo de su ministerio.

Las palabras que me resaltaron y fueron objetos de mi meditación son:

"...Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado." (4:17b)

Jesús, al igual que su primo Juan, predicó sobre la necesidad del arrepentimiento. Sin embargo, he descubierto que suelo aplicar estos pasajes a aquellos que no se consideran cristianos, olvidando que el arrepentimiento no solo es un evento en la vida de un discípulo sino también una actitud constante. La sensación ha sido que Jesús estaba hablándome a mi, en medio de mi realidad presente.

Lo cierto es que soy un ser dinámico y vivo en un mundo con continuos cambios. Enfrento nuevas realidades, y si soy sincero, no todas ellas están rendidas a Dios.

Arrepentirse tiene que ver con un giro de 180º en mi vida, es cambiar la manera en la que estoy actuando. No fue solo el evento de mi niñez en el que decidí rendir mi vida a Cristo, que también, sino una actitud que debe estar presente constantemente en mi vida.

¿Cómo actúo cuando mi mujer e hijos me reclaman? La realidad es que debo avanzar en ser menos egoísta y eso tiene que ver con arrepentimiento.

¿Cómo trato a mis compañeros de trabajo en medio de sus necesidades? Arrepentirme implica para mi preguntarles como están y aun pensar si hay algo que puedo hacer por ellos.

¿Cómo estoy tratando a las personas que no han actuado como me gustaría? He de reconocer que me he alejado de ellas en vez de tratar de perdonarlas y bendecirlas, arrepentimiento implica actuar con gracia y buscar el bien de ellos a pesar del daño recibido.

Las palabras de Juan el bautista y del Maestro son hoy muy claras y prácticas para mi y resuenan en mi mente con fuerza: "Arrepentios".




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