Podemos pensar en como se sintió Jacob al beber de su propia medicina, sin duda no tuvo que ser agradable. Pero ¿Cómo debió sentirse Lea al ser rechazada por su marido?
Lo que me ha resaltado ha sido lo siguiente:
"Y vio Jehová que Lea era menospreciada, y le dio hijos; pero Raquel era estéril." (29:31)
Quizás a una cultura de desigualdad injusta le pase desapercibido el menosprecio que recibió Lea, pero la Divinidad no miró hacía otro lado. Lea fue honrada; no solamente fue fértil, sino que a través de su descendencia vino a este mundo el Mesías.
La historia del pueblo de Dios, es la historia de una Divinidad que escucha el clamor de los afligidos, que demanda de su pueblo que se atienda al huérfano, a la viuda y al extranjero, en otras palabras, a los que en una cultura pueden recibir menosprecio.
Nuestro menosprecio ante otras personas puede tener muchas razones, pero sin embargo, este no es aprobado por Dios. Menospreciamos por el género, por el aspecto físico, por la ideología política, por razones religiosas, por la condición económica, por la condición sexual, por el color de la piel o la pertenencia a alguna etnia... sin embargo, nada de esto justifica el menosprecio ante Dios.
La Divinidad mira a quien sufre menosprecio.
Miro a la cultura religiosa de nuestros días, y percibo menosprecio hacía la mujer, hacia personas LGTBIQ, hacía ateos y miembros de otras religiones, sin embargo, la Divinidad biblica bien entendida no hace acepción de personas y nos invita a amar aun a quienes nos escandalizan por nuestra moral religiosa.
Si yo soy Jacob, ¿quien es Lea en estos momentos para mi?
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