El capítulo 7 de 1ª de Corintios trata acerca del matrimonio y la virginidad, todo hace entender que los corintios habían preguntado a Pablo sobre estos temas y el apóstol les comenta al respecto.

Sin embargo, lo que ha llamado la atención en la Lectio Divina, es el siguiente verso:
"Permanezca, pues, cada uno en el estado de vida en que estaba cuando Dios lo llamó." (7:20)
Pablo al decir esto, hace referencia a los que están casado con alguien que no es seguidor de Jesús, y también a alguien que sea siervo o que esté o no circuncidado.
La frase me hace pensar en que allí donde hemos sido alcanzados y transformados por el Señor, somos de influencia, de hecho, probablemente se trate del mejor lugar para influenciar, porque precisamente es donde se pueden ver los cambios que Dios lleva a cabo en nosotros y a través de nosotros.
Pablo no dice que no habrá cambios a lo largo de la vida, de hecho, dice que aquellos que son siervos, procuren ser libre de la servidumbre, pero mientras tanto, que actuen como libertos del Señor, es decir, mientras tanto manifiesten la libertad que han recibido en Cristo, esa que nos capacita para compartir la gracia que nos ha alcanzado.
En la eclesiología moderna, hay una tendencia a que los cristianos seamos inmersos en burbujas religiosas, es decir, en la medida de lo posible, nos aislamos del entorno social, en vez de involucrarnos más en el mismo con el fin de colaborar con Dios en la restauración de un mundo roto.
¿Cuál es el lugar donde Dios me ha alcanzado y donde mejor puedo mostrar a Cristo? ¿Cómo estoy mostrando a Cristo en mi familia, vecindario y entorno laboral?
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