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MODELO 222: FORMAR FORMADORES (2ª TIMOTEO 2)

En el capítulo dos, Pablo le recuerda a Timoteo que seguir a Jesús no es algo fácil, va a necesitar de la gracia de Dios para ello:

"Timoteo, mi querido hijo, sé fuerte por medio de la gracia que Dios te da en Cristo Jesús." (2:1)

El apóstol compara la vida de un discípulo con las siguientes figuras:

- Con un soldado disciplinado (2:3-4)
- Un atleta que se esfuerza (2:5)
- Un labrador que trabaja arduo (2:6)

No obstante, el modelo por excelencia es el mismo Jesús (2:8-13), en Él vemos que su esfuerzo y sufrimiento acaba en resurrección y vida, de ahí este hermoso poema que nos permite ver esperanza más allá de nuestro trabajo, penalidades e incluso muerte física:

"Palabra fiel es ésta:
Si somos muertos con él, también viviremos con él;
Si sufrimos, también reinaremos con él;
Si le negáremos, él también nos negará
Si fuéremos infieles, él permanece fiel;
Él no puede negarse a sí mismo." (2:11-13)

Ante estas imágenes, Pablo invita a Timoteo a esforzarse a hacer bien su trabajo, lo cual implica, entre otras cosas, fidelidad, no enredarse en asuntos que no llevan a nada, evitar todo aquello que nos hace perder el norte y también saber responder amablemente y con paciencia a quienes se oponen al mensaje:

"Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor. Pero desecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas. Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido; que con mansedumbre corrija a los que se oponen, por si quizá Dios les conceda que se arrepientan para conocer la verdad, y escapen del lazo del diablo, en que están cautivos a voluntad de él." (2:22-26)

El consejo de corregir o tratar con amabilidad a quienes se oponen a nuestro mensaje, me parece muy relevante, sobre todo cuando en estos días no faltan en las redes sociales y en articulistas cristianos, aspereza y acusaciones y acaloradas discusiones donde a menudo la amabilidad y la paciencia brillan por su ausencia.

El capítulo, sobre todo, me hace pensar en como combatir el antinomianismo, que no es otra cosa que la herejía de creer que la vida en la gracia de Dios significa estar de brazos cruzados.

Pienso en como necesitamos una formación espiritual adecuada, que nos permita no solo una cabeza llena de verdades, sino también un cuerpo entrenado para enfrentar el pecado y la oposición. Las verdades intelectuales de poco sirven, si no van de la mano de la práctica y las motivaciones correctas. El resultado de una formación espiritual basada solamente en trasmisión de información es evidente y penoso en nuestros días.

Por otro lado, no quiero pasar por alto el siguiente verso:

"Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros." (2:2)

En este consejo, Pablo pone patas arriba la formación espiritual bajo el modelo de uno que enseña ante muchos pasivos que consumen. Pablo fue fiel en poner en práctica los principios de discipulado de Jesús, estos principios se alejaban del modelo griego de educación, con un fuerte énfasis en la oratoria y la monopolización por parte del maestro. Jesús acompañó a sus discípulos a aplicar la fe en el contexto de la vida cotidiana, de ahí que ellos acabaron haciendo las mismas obras de Jesús. Así también, Timoteo no recibió solo de Pablo transmisión de información, sino que recibió transmisión de vida, el resultado fue evidente, Timoteo salía de su zona de confort para hacer una labor apostólica que había visto en Pablo y que consistía en viajar, acompañar "in situ", enseñar y ser ejemplo.

2ª Timoteo 2:2 nos anima a desarrollar un modelo de formación espiritual que se multiplica, es decir, nos toca enseñar a personas para que enseñen a otros que acabarán enseñando a otros, y ya sabemos, que dicha enseñanza, no se reduce solamente a momentos de trasmitir información.

Tristemente, el modelo griego de enseñanza al que muchos están acostumbrados, solo permite que unos pocos acaben reproduciéndolo, entre otras cosas, porque con pocos oradores, algunas comunidades tratan de satisfacer la formación espiritual de docenas, de cientos y de miles. Esto más que crear personas capacitadas para enseñar a otros, crea personas capacitadas para escuchar. En vez de "...perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo," (Efesios 4:12), los "perfeccionamos para el consumo del ministerio de unos pocos privilegiados".

Es muy interesante que cuando estudiamos los movimientos de rápida reproducción de la iglesia, uno se encuentra con un principio constante en la formación espiritual, y es el de acompañar a los discípulos en la aplicación de la fe en el contexto cotidiano y en convertir a dichos discípulos en formadores de otros que a su vez forman a otros. En algunas comunidades subversivas, los que forman a otros son incapaces de controlar lo que está pasando, solo saben que las cinco personas que están formando están comprometidas a acompañar espiritualmente a otros que también se comprometen con otros... imposible controlar las generaciones y los contextos donde los cristianos están siendo preparados para vivir al estilo de Jesús. La iglesia crece así más allá de estructuras denominacionales y organizaciones religiosas.

Esto se ve muy dificultado, sobre todo en occidente, por un modelo eclesiológico atraccional que pone el énfasis en sentar al 97% de la comunidad a recibir el ministerio del 3% y donde en vez de formar para vivir en el contexto de la vida cotidiana, se enseña a como manejarte en estructuras complejas y subculturas religiosas. Detrás de este modelo tan convencional, no es difícil que se oculte un espíritu de control, junto con el deseo de hacer grande una bandera concreta (ya sea una visión personal o denominacional que responde a un nombre fuera del de IGLESIA o del de JESÚS con mayúsculas).

¿Qué implicaría para mi comunidad cristiana formar a personas para que formen a otras que a su vez sigan formando? ¿Qué elementos en nuestra eclesiología se podrían ver amenazados por el modelo de 2ª Timoteo 2:2?





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