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AVANZAR EN LA ORACIÓN (HECHOS 12)

Hechos 12 nos muestra una iglesia en medio de la oposición, en este caso por parte de Herodes. Ejecuciones y encarcelamientos era lo que estaban enfrentando.

"En aquel mismo tiempo el rey Herodes echó mano a algunos de la iglesia para maltratarles. Y mató a espada a Jacobo, hermano de Juan. Y viendo que esto había agradado a los judíos, procedió a prender también a Pedro." (12:1-3a)

Mientras Pedro estaba encarcelado:

 "la iglesia rogaba fervientemente a Dios por él" (12:5).

No hay muchas descripciones en Hechos de los elementos presentes cuando la iglesia se reunía (podemos encontrar más material al respecto en la carta de Pablo a los Corintios), sin embargo, la oración aparece una y otra vez en las descripciones de Lucas.

Vuelvo a pensar en la oración como un elemento clave en medio de las reuniones de mi comunidad cristiana y mucho más, cuando la tendencia, es pasar el mayor tiempo posible hablando y dialogando a nivel cognitivo.

La oración sin embargo, nos invita a vaciarnos de nuestros puntos de vista para mirar a Dios, contemplarle juntos y rendirnos a su voluntad.

En este caso, la iglesia pedía ayuda para Pedro, pero sin embargo, cuando recibieron la respuesta a sus ruegos, no eran capaz de creer.

"Cuando llamó Pedro a la puerta del patio, salió a escuchar una muchacha llamada Rode, la cual, cuando reconoció la voz de Pedro, de gozo no abrió la puerta, sino que corriendo adentro, dio la nueva de que Pedro estaba a la puerta. Y ellos le dijeron: Estás loca. Pero ella aseguraba que así era. Entonces ellos decían: ¡Es su ángel!" (12:13-15)

Esto me hace pensar en que la oración no debe convertirse nunca en algo desconectado de la realidad que enfrentamos. La oración nos coloca en un momento de intimidad ante el Dios todopoderoso y al contemplarle debo prepararme para todo lo que el pueda hacer y responder en la realidad cotidiana. 

Alguien dijo que "el Reino de los Cielos no es de este mundo, pero es para este mundo". Jesús nos enseñó a orar "Venga Tu Reino, hágase tu voluntad como en el Cielo así también en la Tierra". De ahí que la oración es un conectar con el Cielo, no para evadirme de la realidad, sino para expresar mi deseo de que Cielo y Tierra vuelvan a estar unidos, como antes de la caída. La espiritualidad integral bien entendida nos libra del dualismo entre lo espiritual y lo material. Si la oración nos desconecta de la vida cotidiana, es posible que no esté bien enfocado. Si la oración me coloca en lo cotidiano con una mayor amplitud de mira y un mayor grado de esperanza, amor y asombro, es muy probable que realmente el medio está cumpliendo su función: recuperar mi relación con Dios aquí y ahora. 

Sin duda, la oración es un camino en el que los discípulos debían seguir avanzando y aprendiendo y en mi caso, tengo la sospecha de que tengo mucho que descubrir y muchas actitudes que deben ser aun corregidas cuando oro.

La mejor manera de aprender a orar es orando y orando, en medio de la soledad y el silencio, en la vida familiar y en medio del trabajo y como el pasaje de hoy me muestra, en medio de la comunidad cristiana. 

¿Qué tal estoy avanzando en esta práctica básica de la espiritualidad cristiana? Trata de tomar consciencia en estos días de como cambia la manera de ver los asuntos cotidianos cuando son tratados previamente con oración. 





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