Ir al contenido principal

CONSTANTE CONVERSIÓN (1ª TESALONICENSES 1)

Esta es una de las primeras cartas que tenemos de Pablo. Sabemos por el libro de Hechos que Pablo visitó la sinagoga de Tesalónica y enseñó que el Mesías debía sufrir y que este Mesías fue Jesús, quien murió y resucitó (Hechos 17:1-3). Muchos creyeron el mensaje y parece que así empezó una nueva comunidad. Sin embargo, a esta comunidad no le faltó dificultades desde su inicio; algunos organizaron alborotos y declararon que ellos eran infieles al César al declarar que el verdadero rey es Jesús (Hechos 17:7).  

Pablo escribe a cristianos que han demostrado su fe, amor y esperanza de una manera práctica en medio de un ambiente hostil, y así, en la oración con la que inaugura su escrito (la primera oración de dos más que pronunciará) declara:

"acordándonos sin cesar delante del Dios y Padre nuestro de la obra de vuestra fe, del trabajo de vuestro amor y de vuestra constancia en la esperanza en nuestro Señor Jesucristo." (1:3)

Pablo les recuerda que el evangelio no les llegó solamente como un mensaje intelectual, sino como un poder transformador que les llevó a un estilo de vida diferente que inspiró a otros:

"pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre. Bien sabéis cómo nos portamos entre vosotros por amor de vosotros. Vosotros vinisteis a ser imitadores nuestros y del Señor, recibiendo la palabra en medio de gran tribulación, con el gozo que da el Espíritu Santo. De esta manera habéis sido ejemplo a todos los creyentes de Macedonia y de Acaya," (1:5-7)

Si el evangelio no nos transforma en una manera de vivir que acaba bendiciendo a los demás, lo único que nos quedan son ideas para satisfacer nuestra curiosidad o en el peor de los casos, ideas para discutir con los demás ¡Qué triste cuando el evangelio se muestra solo como un elemento para la discusión, en vez de como el elemento que nos transforma! 

Sin duda, el intelecto es una de las áreas que el evangelio nos transforma, y parece que en la comunidad cristiana de Tesalónica, muchos habían cambiado su paradigma para interpretar el mundo, despojándose de creencias politeistas que le llevaban a vivir rindiendo lealtades a diferentes divinidades según áreas concretas de la vida y sin una esperanza firme en el futuro:

"...cómo os convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera." (1:9b-10)

La conversión, tiene que ver con el arrepentimiento y en el lenguaje original del antiguo testamento no se usa una palabra religiosa, sino la misma que describe un cambio de dirección de 180 grados. 

A menudo, nos quedamos solo con la idea de que la conversión es un evento único, sin embargo, aunque podamos identificar un evento destacado de conversión en nuestra vida y en la de otras personas, la conversión es a la vez un proceso. 

Si bien, un día decidimos darnos la vuelta y seguir a Jesús, es poco a poco que Él nos va revelando aquellas áreas de nuestras vidas que aun deben convertirse, que aun no están rendidas totalmente o suficiente a Dios... Los politeistas rendían a diferentes dioses diferentes áreas de sus vidas, sin embargo, en la fe judeocristiana todos los aspectos de nuestra vida deben estar rendidos ante un solo Dios, liberándonos así de una lealtad esquizofrénica. 

No obstante, es posible ser monoteista y vivir como politeista, y eso ocurre cuando declarando a Jesús como único Señor, vivimos, por ejemplo en nuestra área econonómica, rendidos ante el consumismo de nuestros días, o en el área de liderazgo personal, rendidos ante el hedonismo de nuestro siglo. 

La conversión, por tanto, es un evento en el sentido de que un día decidimos seguir a Jesús, pero a la vez es un proceso, en la medida de que en nuestro caminar con él, vamos descubriendo que hay áreas de nuestra vida que no le hemos entregado aun. 

Este aspecto es básico para entender porque el evangelio es poder de Dios para transformarnos, así como fueron transformados Pablo y los Tesalonicenses y desde ahí poder inspirar a otros, como también Pablo fue ejemplo de inspiración para ellos y ellos para personas en Macedonia y Acaya. 

Concluyo pues, que si bien el evangelio me ha dado una nueva cosmovisión para entender el mundo, es en un proceso de conversión que el Espíritu Santo nos va transformando. En este proceso no estoy de brazos cruzados, sino que voy rindiendo todo aquellos aspectos que el me revela. Además, lo que rendí en el pasado, no significa que esté rendido hoy (el pasado ya no existe y el futuro no llegó) pues la vida es dinámica y lo único que puedo rendir a Dios es el presente.

Te reto a sacar un tiempo para evaluar tu propio proceso de conversión regularmente. Quizás ahora tienes tiempo para hacerlo o prefieres buscar un momento más oportuno. La idea es la siguiente:

Mira tu vida hoy, tus pensamientos, tus emociones, tu cuerpo físico ¿Hay aspectos que deben ser rendidos a Dios? ¿Qué significa rendir estos aspectos a Él?

Mira tu vida relacional, tu familia, tu comunidad cristiana, tus amigos, tus compañeros y vecinos ¿Está tu vida relacional rendida a Dios? ¿Qué significa para ti rendir tu vida relacional a Él?

Mira tu trabajo, tus proyectos, tu economía, tus sueños ¿Hay aspectos que sientes que no están puesto en sus manos? 




Comentarios

Entradas populares de este blog

EL CONOCIMIENTO AL QUE SE REFIERE OSEAS (OSEAS 4)

Tras los primeros tres capítulos introductorios, la estructura del libro de Oseas nos ofrece el desarrollo de las quejas y advertencias ante la manera de actuar del pueblo de Israel. Podemos detectar dos bloques que desarrollan estas quejas y advertencias, ambos bloques acaban con un poema de esperanza donde la misericordia de Dios se resalta a pesar del pecado del pueblo y sus consecuencias. El primer bloque abarca desde el capítulo 4 al 11 y el segundo del 12 al 14. Hoy me adentro en el capítulo 4 donde Oseas señala una causa del problema: "Escuchen, israelitas, la palabra del Señor, porque el Señor está en pleito con los habitantes del país, pues no hay fidelidad ni amor ni conocimiento de Dios en el país." (4:1) La falta de fidelidad, amor y conocimiento de Dios ha creado un ambiente desolador, donde la mentira, la injusticia, la lascivia y la adoración a otros dioses están en medio de la vida cotidiana del país. "Proliferan perjurios y mentiras, asesi

PACIENCIA NO ES RESIGNACIÓN (SANTIAGO 5:7-20)

Llego al final de mi reflexión en el libro de Santiago. Tras sus comentarios acerca de los ricos opresores, Santiago nos invita a la paciencia: "Por vuestra parte, hermanos, esperad con paciencia la venida gloriosa del Señor. Como espera el labrador el fruto precioso de la tierra, aguardando pacientemente que lleguen las [lluvias] de otoño y primavera, así vosotros tened paciencia y buen ánimo, porque está próxima la venida gloriosa del Señor. No os quejéis, hermanos, unos de otros, para que no seáis condenados; el juez ya está a las puertas." (5:7-9) No podemos negarlo, vivimos en un mundo lleno de injusticias, donde muchas veces el que hace el mal parece prosperar y el inocente e injusto sufre. La receta de Santiago no es una forzosa resignación, por el contrario nos habla de paciencia, lo cual está relacionado con tener paz en medio de circunstancias adversas. Me ayuda que el autor ponga el ejemplo de los profetas y del mismo Job, porque ellos representan la reivindic

LEVÍTICO Y EL CALENDARIO LITÚRGICO (LEVÍTICO 23-25)

Al adentrarme en los capítulos del 23 al 25 del libro de Levítico, nos encontramos con siete fiestas que los Israelitas celebraban a lo largo del año. Estas celebraciones permitían un ritmo de continuo recordatorio acerca de como vivir conectados con Dios e integrando aspectos claves de la vida espiritual. Una celebración semanal es el día de reposo, el cual les recordaba que la vida de explotación que vivieron en Egipto debe ser rechazada. El reposo les invitaba a disfrutar del fruto del trabajo y a recordar que lo que habían hecho los Egipcios con ellos, ellos no lo debían hacer con el extranjero en medio de s propia tierra. "Le dijo el Señor a Moisés: — Habla a los israelitas y diles: Estas son mis fiestas, las fiestas dedicadas al Señor en las que convocarán asambleas sagradas: Durante seis días se podrá trabajar, pero el séptimo día será de descanso, día de asamblea sagrada. No harán en él trabajo alguno: es día de descanso dedicado al Señor dondequiera que habiten.&quo