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LA LUZ DE SU FIDELIDAD (1ª REYES 15-16)

Los capítulos 15 y 16 nos narran brevemente algunos de los hechos de los reyes del norte y del sur. Vemos como entre ellos hay los que andan más cerca y sobre todo, bien lejos de los deseos de Dios.



Llama mi atención que si bien sobre el reinado de Abiam se nos dice de él lo siguiente:

"Y anduvo en todos los pecados que su padre había cometido antes de él; y no fue su corazón perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de David su padre." (15:3)

A pesar de su conducta el escritor resalta: 

"Mas por amor a David, Jehová su Dios le dio lámpara en Jersusalén, levantando a su hijo después de él, y sosteniendo a Jerusalén; por cuanto David había hecho lo recto ante los ojos de Jehová..." (15:4-5a)



La idea de lámpara es un símbolo de la presencia y la dirección de Dios y también de la dinastía davídica que los profetas dijeron que Dios sostendría. Aun la dinastía davídica llega a representar la presencia de Dios con Israel, que brilla aun a pesar de las malas acciones de sus gobernantes.



Estaba pensando en como la fidelidad de Dios en medio de nuestra realidad rota, también en un sentido es una lámpara que anuncia el carácter misericordioso de Dios y la realidad de que es fiel a sus promesas aun a pesar de nuestra inclinación hacía vivir sin tenerle en cuenta.



¿Soy capaz de ver la fidelidad de Dios en mi vida, la vida de mi familia y de mi comunidad cristiana a pesar de nuestras malas inclinaciones? ¿Qué elementos son una luz de la fidelidad de Dios en el mundo en estos días? ¿Qué produce en mi corazón la fidelidad de Dios? ¿Cómo puede la contemplación y proclamación de su fidelidad convertirse en un elemento que el Espíritu Santo usa para transformar nuestros corazones?


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