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LEGADO A MIS HIJAS (1ª REYES 1-2)

Comienzo mi lectura del libro de 1ª de Reyes. Hoy me enfrento a los dos primeros capítulos donde se nos cuenta acerca de un rey David muy anciano, también se narra su muerte, como Salomón le sucedió a pesar de la usurpación de su hermano Adonías, y como el nuevo rey trata de quitar de manera drástica las amenazas a su reinado. 

La historia bíblica refleja nuestra historia, las rupturas con el prójimo llegan al dramatismo de homicidios y traiciones, sin embargo, aunque el contexto histórico me hace escandalizarme de ciertas acciones, he de reconocer que estas aun están presentes en los noticieros de nuestros días y que la raíz de tales acciones están presente en el corazón humano: miedos, envidias, celos...

Sin embargo, lo que llama hoy mi atención es cómo David es muy consciente de que deja este mundo y se asegura de dar palabras importantes a su hijo y sucesor en el trono. No todo su mensaje a Salomón es loable, como en nosotros, en David hay luces y sombras, y por ello encontramos referencias a cuestiones violentas. Sin embargo, hay un mensaje que David da a su hijo que tiene eco eterno y que dice así: 

"Guarda los preceptos de Jehová tu Dios, andando en sus caminos, y observando sus estatutos y mandamientos, sus decretos y sus testimonios, de la manera que está escrito en la ley de Moisés, para que prosperes en todo lo que hagas y en todo aquello que emprendas" (2:3)

Estas importantes palabras en una vejez avanzada me llevan a plantearme dos cuestiones:

La primera, es la necesidad de tomar consciencia que un día dejaré esta vida. Cuanto mejor familiarizados estamos con la realidad de la muerte, desde una gestión sana de la misma, mejor sabremos cómo vivir. 

La segunda es pensar en cuáles son las palabras que quiero que mis hijas y personas a las que de alguna manera influencio tengan en cuenta cuando me recuerden. Pasar tiempo meditando en esta cuestión hoy, me puede dar importantes pistas de metas concretas que deberían estar presentes en mi administración del tiempo y los recursos para el nuevo año (escribo estas palabras al inicio del 2021). 

Para David la ley de Moisés fue clave para conectar con Dios, y experimentar su fortaleza y bendición, es por ello que pide a su hijo que la considere.

En mi caso, es Jesús quien cumple esa ley de manera perfecta, es su camino y su vida que me ayuda a entender toda la Escritura y me permite acceder a la gracia que me sostiene y me salva.

Ante el texto de hoy me pregunto ¿Estoy considerando seriamente a Jesús en mi caminar? ¿Puedo afirmar que manteniendo mi mirada en él, encuentro la paz y guía que necesito? Si esto es así, tengo claro dónde debo mirar para no perder el norte y que camino de paz deseo para aquellos a los que amo. 

Aun estoy en este mundo, por ello mi mensaje a los que amo debe ser percibido con mis palabras y con mis hechos ¿Qué mensaje pueden escuchar y leer en mi vida mis hijas? ¿Qué mensaje quiero que escuchen y lean en mi vida mis hijas? Nota la diferencia de estas dos preguntas y el valor que tiene contestar para empujarme a posibles procesos de cambios y transformación. 



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