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GRAN ESPERANZA (ISAÍAS 7-12)

Llego hasta el capítulo doce y finalizo así una primera sección del libro de Isaías. En esta larga porción Isaías confronta al rey Acaz, le anuncia su caída y la invasión de Siria y Babilonia.

"Con arcos y flechas penetrarán allí, pues cardos y zarzas será el país." (7:24)

El profeta señala la responsabilidad de las decisiones erradas diciendo que el pueblo ha despreciado "las aguas tranquilas" y por eso, solo le queda enfrentar "aguas turbulentas":

"— Este pueblo ha despreciado las aguas de Siloé, que corren mansas, y se ha alegrado. Por eso, el Señor va a hacer que los aneguen las aguas del Éufrates, poderosas y caudalosas." (8:6-7)

Sin embargo, volvemos a ver el contraste entre el juicio y la esperanza, el texto entrelaza una gran cantidad de versos llenos de buenas noticias a pesar de la destrucción anunciada. Entre esta luz se habla de una virgen que dará luz a niño cuyo nombre será Enmanuel, Dios con nosotros, y que traerá libertad de la opresión y justicia duradera. Los textos son dignos de ser leídos con una actitud abierta a la esperanza:

"Por tanto, el Señor mismo os dará señal: La virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emanuel." (7:14)

"El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz; a los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos. Multiplicaste la gente y aumentaste la alegría. Se alegrarán delante de ti como se alegran en la siega, como se gozan al repartirse un botín. Porque tú quebraste su pesado yugo, la vara de su hombro y el cetro de su opresor, como en el día de Madián. Porque todo calzado que lleva el guerrero en el tumulto de la batalla y todo manto revolcado en sangre, serán quemados, serán pasto del fuego. Porque un niño nos ha nacido, hijo nos ha sido dado, y el principado sobre su hombro. Se llamará su nombre «Admirable consejero», «Dios fuerte», «Padre eterno», «Príncipe de paz». Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite sobre el trono de David y sobre su reino, disponiéndolo y confirmándolo en juicio y en justicia desde ahora y para siempre." (9:2-7)

"sino que juzgará con justicia a los pobres y resolverá con equidad a favor de los mansos de la tierra." (11:4a)

Si bien para los primeros lectores estas palabras tenían un cumplimiento más inmediato en el tiempo, relacionado probablemente con el rey Ezequías, con el tiempo, los cristianos vieron también un cumplimiento más universal relacionado con el nacimiento de Jesús y la influencia en el mundo de su vida. 

En ambos cumplimientos proféticos, desde los que son más concentrados y específicos en el tiempo y el que es más universal en Cristo, la buena noticia es que Dios nos quiere llevar a una nueva etapa, a una nueva creación, a una nueva sociedad, donde será restaurado todo lo que el pecado ha estropeado. La paz y la armonía serán algo frecuente y constante, siendo las imágenes que el profeta usa hermosas y llenas de significados. Te invito a leer con entusiasmo y anhelo:

"Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro, el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. La vaca pacerá junto a la osa, sus crías se recostarán juntas; y el león, como el buey, comerá paja. El niño de pecho jugará sobre la cueva de la cobra; el recién destetado extenderá su mano sobre la caverna de la víbora. No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte, porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar." (11:6-9)

Además, los profetas del Antiguo Testamento, aunque llevaban a cabo su ministerio en medio de un pueblo específico, a menudo no se quedan con la idea de la bendición local de una nación. Sus mentes se expandían para acabar anunciando una extensión a los demás pueblos, a nivel mundial, de esta liberación y establecimiento de la paz, lo cual nos lleva a tener que mirar más allá de un cumplimiento en un rey como Ezequías y permite que pongamos nuestra mirada en el Cristo cósmico.

"Acontecerá en aquel tiempo que la raíz de Isaí, la cual estará puesta por pendón a los pueblos, será buscada por las gentes; y su habitación será gloriosa." (11:10)

"Y diréis en aquel día: «Cantad a Jehová, aclamad su nombre, haced célebres en los pueblos sus obras, recordad que su nombre es engrandecido. Cantad salmos a Jehová, porque ha hecho cosas magníficas; sea sabido esto por toda la tierra. Regocíjate y canta, moradora de Sión; porque grande es en medio de ti el Santo de Israel.»" (12:4-6)

Recordemos que en el llamamiento del profeta (capítulo seis), los querubines anunciaban: "...toda la tierra está llena de su gloria." y esa gloria se va revelando aun cuando todavía podemos estar enredados en cualquier tipo de crisis personal, nacional o mundial. 

Pienso en el efecto que tendría estas palabras de Isaías para un pueblo que está experimentando opresión y desastre. Os confieso, que en mi tiempo de meditación en esta porción, me encontré corriendo en medio de la naturaleza y escuchando estos capítulos en audio podía estremecerme con los versos donde se anuncian desastre, pero el efecto de las buenas noticias me llevaron a una explosión de gratitud y alabanza donde podía afirmar con los querubines que "...toda la tierra está llena de su gloria." Las libélulas, las aves, el verde que me rodeaba, el cielo azul... todo daba testimonio de que por más que nuestras decisiones han estropeado el mundo, no han sido ni serán capaces de acabar con la belleza que finalmente permanecerá y que el Creador nos ha prometido. 

¿Cómo disfrutas y eres más consciente hoy de la realidad de que Dios está restaurando este mundo roto? ¿Cómo afectan estas buenas noticias a las realidades difíciles que estás enfrentando? 


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