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CONSCIENTE DE MI RIGIDEZ RELIGIOSA Y ORGULLO ESPIRITUAL (2ª CRÓNICAS 29-32)

Me adentro en la porción donde se describe la vida del rey Ezequías, el cual es elogiado por el cronista. Las actitudes y hechos de Ezequías nos recuerdan al rey Salomón, por lo que esta porción nos presenta un momento lleno de reformas sociales y espirituales importantes: el restablecimiento del culto en el templo, una celebración de la Pascua multitudinaria y la reorganización del servicio de los sacerdotes y levitas.

Lo que ha llamado mi atención son tres momentos de oración en la vida del rey que nos conecta con algunos principios importantes para la formación espiritual.

El primer momento es cuando el rey se propone retomar la celebración de la Pascua y hace un llamado en busca de una participación amplia. La llamada tiene éxito, pero en la multitud  que viene para celebrar hay muchos que no han cumplido con el rito de purificación establecido en la ley. La respuesta de Ezequías nos lleva a pensar en su flexibilidad y capacidad  de reconocer que la ley es un medio, una herramienta para el encuentro con Dios, y que por lo tanto, no debemos caer en darle un lugar que solo le corresponde a Dios mismo:

"En efecto, mucha gente de Efraín, Manasés, Isacar y Zabulón participó de la comida de Pascua sin haberse purificado, con lo cual no actuaron conforme con lo establecido. Por eso Ezequías oró así por ellos: «SEÑOR, tú que eres bueno, borra el pecado de todo aquel que ha decidido de todo corazón seguirte a ti, SEÑOR, Dios de sus antepasados, aunque no esté purificado tal como lo requieren las normas de purificación del templo». El SEÑOR escuchó la oración de Ezequías y perdonó al pueblo." (30:18-20)

Qué fácil es escondernos detrás de nuestras prácticas religiosas y perder de vista lo que realmente es importante. Es muy interesante que Jesús, nuestro Maestro, a menudo fue acusado de no cumplir con lo establecido en la ley, sin embargo, desde el punto de vista de la espiritualidad profunda, él es para nosotros el verdadero cumplimiento de la ley. 

¿Hay en mi rigidez cuando ciertas prácticas no se llevan a cabo como estoy acostumbrado? ¿Qué me ayuda a entender la diferencia entre lo que son medios y lo que son fines? Piensa en un medio que ha servido para un fin santo y loable y trata de ver si este medio ha sido modificado a lo largo de la historía o incluso a lo largo de tu vida. 

El segundo momento es cuando el reino de Ezequías sufre la invasión de Senaquerib, rey de los asirios, desafiando al pueblo a que su Dios no podrá librarles de ellos. 

"Les decían que el Dios de Jerusalén era igual a los dioses de los otros pueblos de la tierra obra del ser humano. Debido a esto, el rey Ezequías y el profeta Isaías hijo de Amoz oraron y pidieron ayuda al cielo. Entonces el SEÑOR mandó a un ángel que aniquiló a todos los soldados, capitanes y comandantes del campamento del rey de Asiria y este se vio obligado a volver a su país, cubierto de vergüenza. Cuando entró al templo de su dios, sus propios hijos lo asesinaron a espada. Así fue que el SEÑOR salvó a Ezequías y a los habitantes de Jerusalén de las manos del rey de Asiria y de todos sus enemigos, y le dio paz en todas sus fronteras." (32:19-22)

Dios no ha prometido librarnos de todas nuestras dificultades en la vida, pero somos llamados a confiar y acudir ante toda circunstancia ante Él. A veces Dios cambia las circunstancias externas que nos oprimen, como en esta historia, y a veces cambia nuestra actitud interior ante lo que no podemos cambiar. A veces hace ambas cosas, pero sea como sea, las dificultades no tienen el mismo efecto cuando confiamos en Dios que cuando no confiamos en él. 

¿Hay alguna circunstancia en tu vida que te preocupa? ¿Cómo te ayuda el ejemplo de Ezequías a responder?

El tercer momento en la vida de Ezequías viene acompañado de su debilidad y limitación. A pesar de que el cronista lo coloca en una posición ejemplar, Ezequías también experimentó responder sin tener en cuenta a Dios, desde un corazón altivo. El caso es que enfrentó la enfermedad y volvió a orar al Señor, quien le sanó. Pero ante tanta bendición, el rey se enalteció ¿Acaso no es este uno de los peligros cuando tomamos consciencia de los privilegios que tenemos?

"En esos días Ezequías se enfermó y estuvo al borde de la muerte. Entonces oró al SEÑOR, quien le respondió y le dio una señal. Pero Ezequías no agradeció el favor recibido, sino que se llenó de orgullo, y eso hizo enojar a Dios contra él y también contra Judá y contra Jerusalén. Pero luego Ezequías dejó el orgullo de su corazón y se humilló junto con los habitantes de Jerusalén. Entonces mientras Ezequías vivió, el SEÑOR no volvió a descargar su ira contra ellos." (32:24-26)

No sabemos como experimentaron lo que el cronista denomina "Dios se enojó contra él", pero sospecho, que muy probablemente tuvo que experimentar alguna situación que le recordara que el no tenía el control que por un momento pensó que tenía.

¿Cuántas veces no andamos en la vida desde un corazón enaltecido? Ante nuestros privilegios (estos pueden venir desde el contexto social, psicológico o espiritual), miramos a los demás desde arriba por cuestión de género, cultura, posición en alguna organización... o más sutilmente declarando que me relaciono con Dios, él es mi amigo, responde mis oraciones... y entonces llega la caída. Nos salimos del lugar de armonía. La soberbia espiritual debe ser identificada y tratada a tiempo. Ezequías es un ejemplo de ello. 

Quizás por este problema de orgullo espiritual, es que nuestro Maestro a menudo nos invitó a verle donde más nos cuesta. En el tiempo de Jesús, el Maestro escandalizó a muchos por mostrar la vida de Dios en las mujeres, los niños, las personas samaritanas, publicanas, pobres y prostitutas... Cuando solo vemos la bendición y la vida de Dios en nosotros, es muy posible que nos estemos enfermando de esta ceguera espiritual.

¿Qué me ayuda a disfrutar de las bendiciones de Dios sin caer en colocarme en la altivez ante los demás?

La porción de hoy me invita a tres cosas:

1) Flexibilizar mi rigidez religiosa

2) Llevar toda opresión a Dios en confianza

3) Reconocer el problema de mi orgullo espiritual

¿En cuál de estas tres cosas siento que debo poner más atención en este momento?





Comentarios

  1. Excelente Ruben, prefiero usar versículos del NT para enseñar estas cosas. El problema es de identidad al pensar que estas cosas nos afirman. Se ve mucho entre los pueblos y las razas que han sido pobre o conquistadas. La humildad en el creyente es un tremendo señal de su madurez espiritual.

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    1. Gracias Jose L por aportar el asunto de la identidad a este tema. Como bien dices, los textos del NT nos dan bastante material para tratar estos temas.

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