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EL GOBIERNO QUE SE ESTABLECE CON BEBÉS (SALMO 8)

El Salmo 8 empieza y acaba de la misma manera:

"Señor Dios nuestro, ¡qué grande es tu nombre en la tierra entera!"

Lo interesante, es que este Salmo señala que el Dios que creó la grandiosidad de la creación gobierna de manera diferente a los imperios humanos, lo hace a través de los bebés. 

"y de la boca de lactantes y niños, has hecho un baluarte frente a tus rivales para silenciar al enemigo y al rebelde." (v. 2)

David, el escritor de este Salmo, experimentó la bendición de Dios en su vida a pesar de ser practicamente el olvidado entre sus hermanos. En su vida se rodeó de personas rechazadas por el entorno, y vio el valor de estos humildes y como la Deidad los usó.

El está asombrado de como Dios ha decidido usar lo debil y humilde para establecer su Reino.

David, al contemplar los cielos, no daba crédito que seres humanos creados de la tierra, pudieran colaborar en el gobierno de la creación. 

"Cuando contemplo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que allí fijaste, me pregunto: «¿Qué es el ser humano para que en él pienses? ¿Qué es el hijo del hombre para que lo tomes en cuenta?»." (v. 3-4)

Unos mil años después de este Salmo, un hombre humilde entró en Jerusalén sentado en un burro (los reyes solian entrar de manera triunfal montados en sus hermosos caballos). La cuestión es que este hombre sobre un burro fue recibido por las personas humildes de la época, entre ellas, mujeres y niños, y lo hicieron con gritos y alegría. Los humildes le recibieron y el imperio lo crucificó. Sin embargo, el gobierno de Dios se manifestó de manera nuclear a través de este ser humano humilde.

¿No es maravilloso que Dios escoja lo que los imperios rechazan? ¿No es increible que la dignidad de los seres humanos no dependa de lo que este mundo imperialista, materialista y consumista valora?

"Señor Dios nuestro, ¡qué grande es tu nombre en la tierra entera!"

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