El Salmo 21 me ha llevado a reflexionar en dos aspectos de la vida, el primero me ha sido fácil abordarlo y el segundo me ha costado más. Con respecto al primer aspecto, el poema empieza reconociendo las bendiciones de la Deidad sobre la vida de alguien y esto me ha llevado a pensar en cuánta consciencia tengo y/o traigo a mi presente, acerca de todo lo que Dios ha hecho a mi favor; todo con lo que me ha bendecido hasta aquí. Llama mi atención que David dice: "Le has concedido el deseo de su corazón y no le has negado la petición de sus labios." (V. 2) Y ante ello, me pregunto: ¿Cuál es el deseo que aun aguardo en mi corazón? ¿Qué es lo que me gustaría que la Divinidad hiciera que aun no ha hecho y que me toca esperar con confianza y sin ansiedad? A partir del verso 8 el Salmo habla de los enemigos y del deseo de que la Divinidad los elimine. Es este segundo aspecto el que más me ha incomodado y el que más me ha costado aplicar a mi realidad presente. "Tu manos golpeará...
El Salmo 20 es una bonita bendición, deseando la protección Divina de la persona que gobierna. Lo interesante para mí es que David trata en ese contexto el tema de la confianza, lo cual nos trae un principio universal a considerar: "Estos confían en carros, y aquellos en caballos; pero nosotros confiamos en el nombre del SEÑOR nuestro Dios." (V. 7) En un mundo lleno de conflictos e inseguridades, donde invertir en la industria armamentista es para algunas personas la mejor solución ante nuestros miedos, la pregunta ante este salmo no puede ser otra: ¿En qué o en quién voy a poner realmente mi confianza? Comprobamos cada día como aquello que construimos durante años con el fin de conseguir seguridad, se derrumba de repente... corrupción, guerras, desastres naturales... ¿Acaso no has sido una persona que has comprobado ya como se desmorona aquello en lo que decidiste confiar? Este Salmo me anima a una mirada trascendente en mi búsqueda de confianza. No se trata de menospreci...