Si bien el Salmo 1 nos ha traido la imagen de un árbol, lo cual nos conecta con la historía de Adán y Eva en el Edén, el Salmo 2 nos conecta con la de un ser humano que acabará con la injusticia. Si estás familiarizado con la cosmogonía bíblica, recordarás que una serpiente engañó al ser humano para que comiera del fruto prohibido (una excelente metáfora de la época que nos habla de desalinearnos de como funciona la vida). La desobediencia de Adán y Eva tuvo la consecuencia de ser excluidos del árbol de la Vida (otra excelente metáfora para explicarnos el infierno de desconectarnos con la Divinidad, con nuestro interior, con el prójimo y con la naturaleza). En este contexto, Génesis 3:15 dice así a la serpiente que engañó: "Pondré enemistad entre tú y la mujer, entre tu descendencia y la suya. Su descendencia te aplastará la cabeza, y tú le morderás el talón." (Génesis 3:15) Pero ¿Que tiene que ver esto con el Salmo 2? ¿No es el Salmo 2 un poema para la coronación de los rey...
en una era denominada post-cristiana