Llego al final de mis reflexiones ante el Libro de Génesis, que ha supuesto dos meses de lectura y escucha de audio en el que he meditado y orado ante aquello que el Espíritu Santo resaltaba para enfrentar mi andar en el Camino. Los últimos capítulos, del 46 al 50 nos narra el encuentro de Jacob con su hijo José, las bendiciones de este sobre sus nietos e hijos, y la muerte de Jacob y también de José. Me imagino lo relevante de esta historia para que una persona hebrea pudiera explicar a sus hijas e hijos como acabaron en Egipto. A lo largo de todo el libro, y ahora también en sus capítulos finales, se resalta la importancia de la bendición en vida hacía aquellas personas que nos rodean. Lo cual me lleva a pensar en las muchas formas en la que puedo bendecir a mi familia, vecindario y las personas compañeras en mi trabajo. Sin embargo, las palabras que me han resaltado en esta última reflexión son las siguiente: "Y José dijo a sus hermanos: Yo voy a morir; más Dios ciertam...
en una era denominada post-cristiana